Tegucigalpa, Honduras.
Han recibido el honroso cargo de guardianes de Francisco Morazán.
Vestidos con su impecable uniforme, en posición firme o descanso y cargando su fusil, los cadetes de la Academia Militar Francisco Morazán hacen guardia desde el 1 de septiembre alrededor de las estatuas del héroe que hay en la ciudad.
Han recibido el honroso cargo de guardianes de Francisco Morazán.
Vestidos con su impecable uniforme, en posición firme o descanso y cargando su fusil, los cadetes de la Academia Militar Francisco Morazán hacen guardia desde el 1 de septiembre alrededor de las estatuas del héroe que hay en la ciudad.
Con el rostro serio y sin mover ni un solo músculo, estos jovencitos, la mayoría de tierra adentro, cumplen turnos de tres a cuatro horas diarias en una tarea que realizan con honor.
Para formar parte del equipo de centinelas de Morazán, su condición física debe estar en un 100 por ciento.
El teniente de caballería, Edgardo Zepeda, explicó que los aspirantes a cadetes deben ser sometidos a varias pruebas de preparación física y psicológica.
"Tenemos que tener en un buen control a nuestros estudiantes ya que al momento de montar guardia los turnos van de 3 a 6 horas luciendo un traje negro y azul denominado de parada", detalló Zepeda, quien también es jefe del departamento de Asuntos Civiles de la Academia.
No solo es la actitud, sino como se vean por fuera.
Desde el 1 de septiembre que marca el inicio de las celebraciones de independencia, los cadetes preparan su impecable traje conformado por una chaqueta de color negro con chaparreras color azul y un chacó (un sombrero color azul oscuro elaborado a la medida que va fijado en la barbilla.
El atuendo se termina de completar con unos guantes blancos y su fusil modelo Garand M1, arma utilizada para desfilar y hacer guardia.
Cada turno de guardia está conformado por 5 cadetes, que son supervisados por un sargento raso de cadete, quien se destaca por llevar tres barras rojas en cada uno de los brazos y es el único autorizado para moverse dentro del turno de guardia.
La participación de los caballeros cadetes es una tradición durante los desfiles patrios, la celebración del Día del Soldado, la conmemoración del Día del Cadete, que se celebra el 1 de febrero, y el Día del Ejército que es el 11 de diciembre.
Las posiciones
Los lugares donde tradicionalmente montan guardia son la plaza Central y la plaza de la Academia Francisco Morazán. Sin embargo, si llegan solicitudes para montar guardia en otros monumentos dedicados al héroe, como el ubicado en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), ellos son asignados.
Hay varias formas de montar guardia, todo depende de lo que indique el superior al mando. La más natural es en posición de descanso, que le permite al cadete estar de pie de una manera más cómoda durante varias horas.
Las que están en turno por menos tiempo son las mujeres, a quienes solo se les permite ser centinelas en períodos de tres horas.
Oportunidad única
Dentro de la carrera de cadetes, los aspirantes permanecen 4 años como cadetes, donde reciben una preparación intelectual, física, ética, moral y de carácter.
Además de una carrera universitaria completa, que culmina con la licenciatura en Ciencias Militares de la Universidad de Defensa de Honduras, la academia Militar de Honduras General Francisco Morazán cuenta con unos 250 cadetes, dentro de los cuales hay 12 mujeres.
* Servicio al pueblo: La Academia Militar de Honduras cumple 54 años educando con excelencia a miles de soldados.
Jóvenes héroes
"Es un reto educarme dentro de la Academia"
José Deras Melgar tenía 12 años y un sueño: pertenecer a la Academia Militar Francisco Morazán. El joven que proviene de una numerosa familia originaria del departamento de Lempira, cursa el segundo año de estudios donde siempre soñó.
"Este es un lugar con muchas oportunidades, me siento muy orgulloso de pertenecer a la Academia pero en especial el orgullo que represento para mi familia es lo más importante para mí". Deras Melgar, quien se visualiza en la unidad de fuerzas especiales sirviendo a la Patria, es un admirador de Morazán, para él es un ejemplo a seguir y ser su centinela es un orgullo.
"Perseguí el sueño de mi padre de ser militar"
La disciplina siempre es una palabra que desde niño forma parte de la vida de Asdrúvall Meza.
Este cadete, nacido en La Esperanza, Intibucá, persigue el sueño de su padre de convertirse en militar. "Me siento más seguro dentro de este recinto sagrado, justo en este lugar es donde me han enseñado a ser un hombre de bien, este es mi tercer año de estudio, mi destacada participación dentro de la Academia me llevará a alcanzar la meta que mi padre no logró", dijo. Levantarse y seguir las reglas es un deber que realiza con orgullo y más lo es ser elegido como centinela de Morazán.
"Servir a mi Patria es lo más importante"
José Lozano, de 18 años, es otro de los soldados de Morazán. Siguiendo los pasos de su padre, el jovencito se enlistó en la Academia Militar con el objetivo de convertirse un hombre de bien para servir a la Patria.
"El éxito se alcanza a base a retos y creo que esforzándome lograré ser un hondureño de bien, dejé todas las comodidad de la capital porque quiero servir a mi país y solo con una formación militar lo podré alcanzar", dijo. Lozano estudia el segundo año en la Academia. Fiel seguidor del legado del paladín centroamericano, está orgulloso de hacer guardia en su monumento ubicado en la plaza Central
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Tegucigalpa, Honduras.
